Pie Diabético, Úlceras y Heridas Complejas

Se define como la infección, ulceración o destrucción de los tejidos profundos del pie, asociados a neuropatía y/o enfermedad vascular periférica de diferente magnitud, en las extremidades inferiores de los pacientes con diabetes mellitus.

Los signos y síntomas varían en función de las complicaciones que presenten.

La neuropatía diabética afecta a diferentes tipos de fibras nerviosas (sensitiva, motora y autónoma): la pérdida de la percepción ante estímulos dolorosos, presiones excesivas y cambios de temperatura del pie, la atrofia y debilidad de la musculatura de la extremidad inferior, la sequedad de los pies, dejando la piel más frágil y con tendencia a agrietarse y los edemas y distensiones vasculares; son algunos de los síntomas.

La enfermedad vascular periférica produce como principal complicación la isquemia crónica del miembro inferior, la cual supone una disminución progresiva del aporte sanguíneo y consecuentemente la disminución de oxígeno a los tejidos del miembro inferior pudiendo llevar a la pérdida del miembro.

Cada paciente debe recibir el tratamiento adaptado a su caso en particular. Lo más importante es diagnosticar la causa. Se puede realizar el debridaje de tejidos no viables y hacer lavados a fondo con antisépticos especialmente diseñados. Los tratamientos abarcan desde el uso de apósitos con plata, los hidrocoloides, las pomadas enzimáticas, y otros productos específicos para cada caso.

Un tratamiento personalizado y un seguimiento exhaustivo de las lesiones, asociado al trabajo interdisciplinario con profesionales de diversas especialidades entre las que se encuentra la cirugía vascular periférica; favorecen la pronta recuperación del paciente

Las heridas complejas son todas aquellas que se presentan en el contexto de una enfermedad de base seria, como son la diabetes, la insuficiencia venosa y la enfermedad arterial periférica. Presentan una dificultad mayor que las heridas convencionales para su resolución y requieren un tratamiento especializado de la herida y de la patología que le dio origen.

Su manejo es complejo y se necesita una terapéutica completa y buena información para el paciente al momento de iniciar un tratamiento. Resulta de suma importancia corregir los hábitos cotidianos para colaborar con el cierre de la herida; como por ejemplo el correcto control y manejo de la diabetes, un tratamiento adecuado de la insuficiencia venosa, el cese del hábito tabáquico, el tratamiento correcto de las patologías arteriales y el control por especialistas de la obesidad y la dislipemia.